
El Encuentro Internacional de Educadores y Educadoras para la Paz tendrá lugar del 5 al 9 de noviembre en la ciudad de Bogotá, Colombia. El evento busca generar un intercambio de saberes y experiencias alrededor de la educación para la paz con docentes y profesionales de diferentes países de Latinoamérica: “Queremos consolidar la red educadores y educadoras, así como un plan de trabajo en América Latina con diferentes objetivos y pequeñas grandes acciones”, afirma Luis Benítez, coordinador general del encuentro.
Desde el año 2014, la Red de Educadores y Educadoras Archivo Vivo Paulo Freire organiza este espacio con el fin de generar nuevas conversaciones y propuestas en torno a la Educación para la Paz. El Encuentro contará con diferentes actividades como talleres vivenciales, recorridos experienciales, diálogos con panelistas internacionales, noches culturales y una visita a la exposición Hay futuro si hay verdad en el Centro de Memoria Paz y Reconciliación. Las actividades culturales y los diálogos serán de entrada libre, para consultar la programación puede hacer clic aquí.
Un legado que pervive

La Red de Educadores y Educadoras Archivo Vivo Paulo Freire, nació fruto de la alianza entre la Agencia Alemana de Cooperación para el Desarrollo (GIZ) y el Instituto Paulo Freire de Berlín. Dicha alianza buscaba impulsar una serie de procesos formativos basados en los aportes de Paulo Freire, un pedagogo brasilero, con el ánimo de fomentar capacidades en los y las docentes en vías de fortalecer la Educación para la Paz y potenciar la calidad de la educación en el continente americano.
Los aportes de Paulo Freire sobre las opresiones que operan en los sistemas educativos y la importancia de introducir conceptos como la esperanza, los sueños y la sana utopía, enraizada en la firme creencia de que construir otro mundo es posible, sirven hoy como inspiración para la labor de los educadores y educadoras que hacen parte de la Red y que buscan seguir promoviendo el entendimiento de una educación liberadora con una sensibilidad por problemas políticos y sociales.
Son cerca de 500 docentes que participaron de los procesos formativos en el instituto y que hoy se encargan de mantener vivo el legado de Paulo Freire y de la educadora para la paz, Ilse Schimp-Herken, quién dirigió por muchos años la institución.
Una educación más integral

Según Benitez, la Educación para la Paz propone un enfoque mucho más amplio e innovador que la educación tradicional en la medida en que no solo se abordan los conocimientos teórico-prácticos centrados en competencias para el trabajo: “La educación para la paz se preocupa por ir más allá y por enfocarse en las dimensiones del ser y del convivir, sin desconocer la dimensión del saber”.
También, la Educación para la Paz se interesa por explorar nuevas metodologías que integren el arte y el juego como insumos valiosos para propiciar el aprendizaje y el sano relacionamiento con los otros y lo otro, es decir, con la naturaleza, el territorio y los demás seres sintientes que habitan el planeta: “Necesitamos desarrollar habilidades socioemocionales, de pensamiento crítico y de pensamiento creativo”, sostiene Benitez.
Los retos de la educación para la paz en Colombia

La firma de los Acuerdos de Paz en 2016 y la revelación del informe de la Comisión de La Verdad sobre las violaciones de derechos humanos ocurridas durante el conflicto armado han suscitado muchas preguntas sobre cómo construir una paz que sea estable y duradera para que una guerra así no se vuelva a repetir.
Para Benitez, hacer el encuentro en Colombia este año tiene todo el sentido, pues el país se está enfrentando a múltiples retos que aún no han permitido que haya una paz real en el territorio: “hicimos un acuerdo que en el mundo está siendo leído como un acuerdo muy muy significativo, pero hay la sensación de muchos de nosotros de que en Colombia la valoración de ese acuerdo es muy insignificante y básica”.
Algunos de estos retos son el presupuesto insuficiente que se destina a la formulación de políticas públicas de paz, la importancia secundaria que se le da a este tipo de temas y la escasez de profesionales que estén capacitados para llevar a cabo procesos pedagógicos que se salgan de las formas tradicionales.
Desde la perspectiva de la Educación para la Paz, la paz no es solo ausencia de guerra, sino que también implica un cambio cultural en el que se transformen imaginarios y se aprenda a transitar los conflictos de una manera pacífica. Es por esto que el Encuentro busca consolidar un documento con un plan de trabajo a dos años para América Latina en temas de Educación para la Paz, así como impulsar la creación de materiales didácticos y potenciar la formación a formadores a través de la oferta de talleres y espacios pedagógicos. Para consultar la programación puede hacer clic aquí.
Me da mucha alegría ser parte de este grupo de educadores/as para La Paz, esta será mi segunda participación y es maravilloso la alegría y ser recibido con los brazos abiertos para aprender sobre las distintas ponencias que es la satisfacción más grande en esta experiencia.