Por: Adriana Serrano Murcia, coordinadora general de la exposición “Hay Futuro si Hay Verdad: De la Colombia Herida a la Colombia Posible.
En Colombia, por lo menos 32.446 personas han sido víctimas de actos en contra de su libertad e integridad sexual en el marco del conflicto armado. De ellas, el 92% han sido mujeres, pero también, por lo menos 1.951 hombres han sido víctimas de algún tipo de violencia sexual.
Esta cifra hace parte de la caracterización de violaciones a derechos humanos e infracciones al derecho humanitario de la exposición Hay Futuro si Hay Verdad. De la Colombia Herida a la Colombia Posible, exhibición producto de la Comisión de la Verdad sostenida en los hallazgos que la misma entregó al país en el año 2022.
En el mismo panel en el que se lee esta vergonzosa cifra, se nos dice que las violencias sexuales son una continuación de lógicas de desprecio por lo femenino, de castigo y de corrección a mujeres y hombres con orientaciones sexuales, expresiones e identidades de género no normativas, que han desafiado un orden simbólico de dominio patriarcal.
Esta información hace parte de los mensajes centrales del apartado La verdad es arcoíris, del tomo Mi cuerpo es la verdad del Informe Final de la Comisión, en donde también se asegura que todos los actores del conflicto han sido responsables de la violencia hacia los sectores LGBTIQ+.
Un cuestionamiento para la sociedad que legitima la violencia
La Comisión nos interpela como sociedad cuando nos propone que las normas sociales sobre género y sexualidad, nuestros propios prejuicios, e incluso los entramados institucionales, han sido el telón de fondo que ha posibilitado ante nuestros ojos y con la aprobación de muchos, que lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas hayan sido víctimas de violencias sexuales, desplazamientos forzados, amenazas, asesinatos, torturas y muchos otros vejámenes.
Sin embargo, la Comisión nos entrega una misión y una posibilidad: hay que plantear una conversación a partir del reconocimiento de responsabilidades éticas y políticas, y a partir de verdades incómodas, construir una sociedad en la que se pueda ser en la diferencia, a cuidar la vida y a reconocer la igual dignidad de todas las personas.
Entonces ¿cómo transitamos de entender la persecución, legitimada por la sociedad, ocurrida en la guerra a personas con orientaciones e identidades de género diversas a pensar esa Colombia Posible?
Reconocer la herida para transformar
La exposición Hay Futuro si Hay Verdad es un dispositivo que nos invita a reflexionar profunda y colectivamente ese tránsito: hay que reconocer la herida, encontrar elementos en nuestra historia reciente y en la expresión territorial de la guerra para interpretar por qué ha pasado lo que ha pasado.
Lo anterior nos posibilita una reflexión alrededor de qué hemos hecho con lo vivido, sobre cómo evitamos que vuelva a pasar y qué necesitamos transformar para construir horizontes más esperanzadores.
Una sociedad que condene y elimine cualquier violencia sustentada en el prejuicio sobre la sexualidad y la identidad de género debe reconocer que a colombianos y colombianas se les pre juzgó por fuera del conflicto armado, tanto como se les persiguió y aniquiló en el contexto del mismo por habitar y mostrar su diversidad.
Es fundamental reconocer que lógicas coloniales, patriarcales y racistas nos han heredado culturalmente la exclusión y subordinación del que consideramos otro, del que vemos diferente. Sólo a partir de ese reconocimiento hay un camino para desatar la conversación hacia el futuro.
Esa es la invitación de la exposición de la Comisión de la Verdad, entablar conversaciones permanentes que permitan soñar, pensar y hacer la Colombia Posible. La exposición está abierta al público desde el mes de febrero en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación y estará abierta hasta diciembre de 2024, si deseas asistir a la exposición puedes ingresar al siguiente link.