Diversas voces, desde organizaciones y colectivas sociales, movimientos juveniles, feministas, étnicos, sindicales, ambientales y otros sectores afines, nos juntamos y alzamos la voz para defender de manera crítica y firme los cambios estructurales en perspectiva de «desmilitarizar la vida, la sociedad, los cuerpos y los territorios de millones de personas en este país, en lógica de la construcción de paz.»
En la actualidad se adelantan proyectos de ley que buscarían impulsar, en contra de la prestación del servicio militar, el «servicio social para la paz» obligatorio que, en teoría, pretende quitarle manos (y víctimas) a la guerra y la violencia misma, redireccionándoles hacia todas aquellas acciones, proyectos o iniciativas que favorezcan la construcción de paz.
No obstante, en la práctica, la voz colectiva resistente invita a repensar la «obligatoriedad» como una forma de sometimiento y reconocer las implicaciones de este servicio que: desconoce los derechos humanos, las libertades de expresión y realización personal y profesional; puede llevar a reforzar la sensación de persecución y los miedos por «objeción de conciencia» frente a las sanciones penales que pueda conllevar no tomarlo; reafirmaría la inequidad y la desigualdad de género; encrudecería la persecución y estigmatización frente a quienes deciden por el «servicio social para la paz», existiendo aún la posibilidad de sumar a las filas de la guerra; reafirmaría la normalización de la violencia puesta como alternativa junto al cuidado de la vida y la construcción de la paz; entre otros.
En definitiva, es necesaria la eliminación total de la obligatoriedad del Servicio Militar, por sus prácticas incoherentes y anacrónicas para un país que camina hacia la construcción de la paz. Sin embargo, decimos «¡No al reclutamiento, ni para la guerra ni para la paz!»
Si quieres leer el comunicado general del movimiento «Resistimos a sus balas», puedes seguir el siguiente link: https://ramalc.org/colombia-no-al-reclutamiento-ni-para-la-guerra-ni-para-la-paz/